Podemos
decir que los tres están vinculados al fútbol; que son argentinos y que -como
no podía ser menos, dando cumplimiento a la argentinidad- tienen sobrenombres
que los identifican: la Pulga, el Loco y el Pocho. Además, que están o han
estado vinculados a la Selección; que han dado origen a varias polémicas; que
son hinchas de Newell’s o de Central, los dos clubes de la ciudad de Rosario
(conocidos como Leprosos y Canallas respectivamente). Y que han participado o
promovido acciones solidarias frente a la pandemia del COVID-19.
En
relación con la pandemia, quien primero llegó a los titulares de los medios fue
Marcelo Bielsa, el 26 de marzo, cuando se conoció que había puesto a
disposición del club que dirige, -el Leeds United de la segunda división inglesa-,
la reducción de su sueldo y el de los jugadores de su equipo para que los 272
empleados del club pudieran cobrar sus salarios, en tiempo, forma y sin
recortes (1).
En
Barcelona, también por esos días, se difundió una carta de Leo Messi en su
carácter de Capitán del Barça informando la decisión de la plantilla del primer
equipo de reducirse sus sueldos. Eso facilitó, finalmente, que el ERTE
(Expediente de Regulación Temporal de Empleo) presentado por el club un poco
después permitiese que la gran mayoría de los empleados del club pudiesen
cobrar el 100% de su sueldo (2). Es cierto que el ambiente institucional tenso
que vive el club blaugrana con el conflicto abierto entre la Junta y los
jugadores dificultó la difusión de la noticia.
Mientras
tanto, en Villa Gobernador Gálvez, una ciudad del Gran Rosario, apareció
Lavezzi, o por lo menos la voz de él. Esa ciudad lo vió nacer y crecer, y
él "... se contactó con su hermano, Diego, presidente del Club Coronel
Aguirre y de la Fundación Ansur, para que realizara un relevamiento en su
barrio. Y a raíz de ese estudio, decidió donar donar 7.500 bolsones de
productos por un valor de cinco millones de pesos para asistir a los vecinos en
este momento difícil..."(3). Es decir, que donó cerca de 70.000 euros
- aunque la cotización en Argentina es bastante fluctuante, como ya saben y
padecen muchos-.
Seguramente
éstas no fueron las únicas personas que se movilizaron con esta crisis, pero
nos resultan útiles para esta nota. Hay quienes afirman que lo hicieron como
una postura, sólo para quedar bien. Y sí, es válido pensarlo y decirlo. Pero si
nos acercamos a analizar estas conductas, puede que encontremos otros elementos
interesantes.
En
los casos de Bielsa y Messi, podemos verlos implicados en ayudar a sus respectivos
clubes, que son en realidad sus centros de trabajo. Muy particulares, es
cierto, pero lugares de trabajo en definitiva. Lugares en donde conviven
diferentes modalidades laborales: los jugadores y técnicos con un altísimo
grado de presencia mediática y voz propia, junto con una importante cantidad de
personas anónimas, cuyos trabajos cotidianos permiten a los primeros
desarrollar su capacidad técnica y deportiva. Más aún, en estas fechas tan
cercanas al 1 de Mayo podríamos decir que hay una especie de adaptación a la
solidaridad entre trabajadores y trabajadoras, un sindicalismo muy embrionario
y bastante sui generis (esa propuesta de Sindicato de
Futbolistas que promovió por ejemplo Diego Maradona). Y así, pese a
todo, ojalá pudiéramos decir que ese gesto se replicó en las grandes
corporaciones y empresas multinacionales...
Ezequiel
Lavezzi, por su parte, no tiene club, ya es un ex-jugador. Y él podría haber
sumado su voz a una campaña sólo centrada en el fútbol, lo que hubiera estado
bien. No obstante decidió dar un paso más, y hacerlo mejor aún, y ayudar al
barrio que lo vio crecer, desde el club en el cual dio sus primeros pasos en el
fútbol.
Los
nombres famosos de estas personas en plena pandemia, les hicieron ganar espacio
en los grandes titulares de los medios. Aunque, vale decirlo, no fueron los
únicos deportistas comprometidos ni tampoco fue la primera vez que se los
vincula ayudando en campañas determinadas. Por ejemplo, es conocido el apoyo de
Messi a la lucha contra el cáncer infantil.
Las
normas de salud que nos están recomendando son de gran ayuda para luchar contra
el COVID-19, sin dudas. Pero no deja de preocuparme la afirmación constante de
que debe mantenerse la distancia social. Qué se filtrará en la mentalidad
social? Quedarán los mensajes que dicen: no juegues con otros chicos, no
prestes tus juguetes, no los compartas? Qué impacto tendrá en lo social y en lo
afectivo? Los más chicos, seguirán deseando jugar al fútbol, un deporte de
contacto físico al día de hoy demonizado?
En
esta nueva normalidad (qué mal que suena esta expresión!!!) en la que estamos
entrando, creo que la difusión de actitudes solidarias como las que citamos
arriba -y muchas otras que también se deben estar llevando a cabo de manera
anónima y silenciosa- pueden poner un cierto equilibrio a estas recomendaciones
que recibimos diariamente para superar esta pandemia. Que lo que estamos viviendo no se traduzca en la pérdida de la capacidad para socializar e interactuar, en definitiva no nos amputemos nuestra condición de seres sociales (4).
PDPics |
Fotos: GenieLutz i PDPics (Pixabay)
(1) SPORT. https://www.sport.es/es/noticias/championship/bielsa-ofrece-bajar-salario-favor-los-empleados-del-leeds-7906366
(2) LA VANGUARDIA. https://www.lavanguardia.com/deportes/fc-barcelona/20200330/48175009899/messi-barcelona-erte-70-sueldo-coronavirus.html
(3) INFOBAE. https://www.infobae.com/deportes-2/2020/04/19/el-millonario-gesto-de-ezequiel-lavezzi-con-los-vecinos-de-su-barrio-en-plena-pandemia-de-coronavirus/
(4) "El hombre es un ser social por naturaleza" es una frase del filósofo Aristóteles (384-322, a. de C.), y jugar al fútbol, y ser solidario son dos ejemplos de cómo esta afirmación se traduce en hechos concretos.